Gebuaka segura, Gebuaka que dura

Lo bueno de ser una Gebuaka es que ganas seguridad en ti misma con el tiempo. Con el tiempo y la experiencia.
¿A qué viene esto ahora, si soy jovencísima y estupenda? Pues a que cuando era todavía mas jovencísima no me sentía tan bien conmigo como ahora. ¿Que me sobran unos kilos? Pues vale. ¿Que si me pillara un depilador láser experto se iba a pagar el chalé con mi sueldo? No digo yo que no. Pero me veo y me siento divina, preciosa y capaz de dar sopas con honda a quien se me ponga por delante.
Hoy un ex alumno me contaba que necesita que sus candidatas a novias estén buenas, que para él eso es más importante que el carácter de la niña en cuestión, y a mí me producía una mezcla entre risa y pena muy cachonda. Y es que el pobrecito no sabe que el atractivo es una cuestión de actitud y no del largo de la falda que te pongas. Porque, encima, le gusta cada una que es para mear y no echar gota...
¡¡Digooooo...!!